La sexualidad desenfrenada de
Los Vikingos
En la época vikinga, las hazañas en el campo de batalla no eran las únicas que sorprendían a los visitantes. Los embajadores cristianos y musulmanes que se encontraban con los jefes vikingos quedaban boquiabiertos ante las prácticas sexuales tan liberadas de estas sociedades nórdicas. Los vikingos no solo aceptaban la poligamia y las relaciones homosexuales, ¡las abrazaban con entusiasmo!
Los vikingos no eran tímidos cuando se trataba de amores fuera del matrimonio. No era raro que tuvieran amantes, incluso estando casados. Pero, ¡ojo al dato! Esta libertad venía con una condición: no distraerse de la sagrada misión de procrear.
El placer femenino estaba en el centro de sus prácticas. Consideraban indispensable que las mujeres disfrutaran, ya que, según ellos, era crucial para «sembrar» en el momento de la concepción. Incluso tenían conjuros de amor específicos, ¡como si fueran recetas mágicas para conseguir a la pareja deseada! ¿Quién dijo que la magia no tenía lugar en la alcoba vikinga?
Aunque la poligamia era moneda corriente, el verdadero propósito del matrimonio vikingo era simple y claro: tener descendencia. Si la química no funcionaba o la cigüeña no llegaba, se podía disolver el matrimonio.
Las leyes vikingas contra la violencia de género eran tan polémicas como ellos mismos. El castigo dependía del estatus social de la víctima y del agresor. Pero ¡ojo! También contemplaban los abusos entre cónyuges, reconociendo la violación dentro del matrimonio. El honor estaba en juego, y no se tomaban estas ofensas a la ligera.
La poligamia no solo se aplicaba a los matrimonios vikingos, sino también a las concubinas, aunque estas tenían un estatus diferente. Sin embargo, las esclavas no gozaban de la misma libertad. Eran consideradas propiedades, y sus dueños tenían carta blanca, incluso bajo el mismo techo que esposas y concubinas.
Pero, como todo buen festín, la era de la libertad sexual vikinga llegó a su fin con la cristianización. Las costumbres ardientes fueron reemplazadas por una moral más estricta, ¡adiós a la poligamia y a las travesuras! Aunque se liberaron de la esclavitud, las mujeres perdieron derechos, y la represión se adueñó de las camas nórdicas.
Ref: National Geographic
Imágenes generadas con Inteligencia Artificial
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